El alcoholismo o la adicción al alcohol es la adicción más frecuente y la única que aumenta sobre todo en población adolescente suponiendo serios costes sanitarios, familiares, legales y laborales.
El 68% de la población occidental bebe con regularidad y un 6% sufre alcoholismo.
Hasta los 80 en tratamiento de la adicción al alcohol prevalecía la idea de que como el paciente era el causante del problema debía encargarse de su solución lo que generó la aparición de grupos de Alcohólicos Anónimos en entornos religiosos.
Hoy su tratamiento ha alcanzado importantes avances que permiten adecuar el tratamiento a cada paciente.
Los síntomas de la adicción al alcohol o el alcoholismo son la sedación e inestabilidad a través de la estimulación del GABA, desinhibicón, hiperactividad e irritabilidad incrementando la actividad de la dopamina, euforia y facilitación de la relación social incrementando la actividad de la serotonina, bienestar estimulando los opioides endógenos y a dosis altas sueño/coma por la depresión de la actividad cerebral debida al bloqueo de los canales de calcio.
El primer paso para el tratamiento del alcoholismo es la desintoxicación, es decir, permitir la interrupción del consumo sin provocar cuadros confusionales, crisis epilépticas o lesiones neurológicas permanentes. Dependiendo de la cantidad ingerida, esta fase puede durar entre una y seis semanas. Los fármacos más empleados son las benzodiacepinas, el clometiazol, el tiapride y anticonvulsivantes como ácido valpróico, oxacrbazepina etc. Es importante administrar además vitamina B6 para evitar lesiones neurológicas estables.
Pero lo más complejo viene a continuación, la fase de deshabituación. Dependiendo de la gravedad, los antecedentes familiares y la trayectoria del alcoholismo podemos establecer dos objetivos diferentes. En un paciente joven, sin antecedentes familiares, con ingestas moderadas, pocas complicaciones y sin fracasos terapéuticos previos podremos perseguir una ingesta controlada que permita al paciente llevar a cabo un consumo moderado y autocontrolado similar al de la población no alcohólica. Los fármacos empleados con este esquema reducen el craving (apetito por el alcohol) o incrementan la saciedad: ISRS a dosis altas, topiramato, acamprosato, naltrexona y nalmefeno.
En el extremo opuesto estaría el paciente grave, de edad media/avanzada, con antecedentes famliares de alcoholismo, con consumo elevado, graves complicaciones y múltiples fracasos terapéuticos previos. En estos pacientes se emplean fármacos interdictores que interfieren con el metabolismo del alcohol generando síntomas desagradables cuando se consume debidos al acúmulo de una molécula tóxica, el acetaldehído. Los fármacos son el disulfiram (Antabus) y la cianamida cálcica (Colme). Cuando se ingieren junto con alcohol aparecen náuseas, picor, enrojecimiento de la piel, dificultad para respirar, hipertensión, taquicardia, mareo y fuertes cefaleas. Obviamente no se persigue que el paciente sufra estos síntomas sino evitar el consumo. El último recurso es el ingreso del paciente que ha fracasado con las medidas anteriores en unidades de deshabituación hospitalarias donde permanecen 3-6 meses.
En todas las modalidades es imprescindible la psicoterapia para ayudar al paciente a conseguir los objetivos y resolver problemas subyacentes. En la medida que el alcohol es una droga con efectos cerebrales, es muy frecuente que el paciente lo emplee como una automedicación coralotodo para tratarse trastornos depresivos, ansiosos, fóbicos etc. Por tanto es de suma importancia tratar estos problemas subyacentes con objeto de mejorar la calidad de vida del paciente disminuir sus necesidades de alcohol.
Es importante evitar al máximo en el tratamiento de estos trastornos el empleo de medicaciones adictivas como las benzodiacepinas para evitar una nueva dependencia. El insomnio puede perdurar varios meses tras el abandono del consumo y debe ser tratado con fármacos no benzodiacepínicos.
C./ Hilarión Eslava, 55 6º 6
Madrid 28015
España
Tel: +34 910 052 201
info@grupodoctoroliveros.com
Grupo Doctor Oliveros S.L. | Reservados todos los derechos |
Hilarión Eslava 55, 6º 6 28015 Madrid – Teléfono: 910 052 201
Aviso legal: En cumplimiento del artículo 10 de la ley 34/2002, del 11 de julio, de Servicios de la Sociedad de la Información y Comercio Electrónico (LSSICE) se informa que el titular de este sitio web es el GRUPO DOCTOR OLIVEROS, S.L.P., con CIF B86439486, domicilio en la C/ Hilarión Eslava, 55,3º, 1, 28001 de Madrid, teléfono 910052201 y correo electrónico secretaria@grupooliveros.com. Datos identificativos de la sociedad: Número de inscripción en el Registro Mercantil: Registro Mercantil de Madrid, Tomo 29.858, Folio 30, Sección 8, Hoja M-537230. Datos relativos a la autorización administrativa previa: La sociedad GRUPO DOCTOR OLIVEROS, S.L.P., está autorizada para la prestación de servicios sanitarios. Es un centro especializado que cuenta con las unidades de Psiquiatría, Psicología Clínica, Neurología y Pediatría. Todos los profesionales que prestan servicios en dicho centro están cualificados, sujetos en cada caso a las normas profesionales del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid, Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid y demás normativa aplicable al sector sanitario. Órgano: Consejería de Sanidad, Comunidad de Madrid Número de Registro: CS12457.
Hola. Este contenido es propiedad de Grupo Doctor Oliveros.
Si lo desea puede compartirlo entre sus amigos y redes sociales.
¡Muchas gracias!
Javascript not detected. Javascript required for this site to function. Please enable it in your browser settings and refresh this page.